Es imposible sustraerse a la pandemia provocada por el COVID-19 porque, además de que nos ha dado de lleno tampoco podemos olvidar que como acabo de escuchar hace unos minutos: es la primera epidemia que nos afecta de forma global.
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Recursos: 4 gramáticas de árabe que tengo en casa
Un artículo más que añadir a esta serie donde (re)cuento los materiales que han formado (y forman) parte de mi aprendizaje del árabe. En este momento de mi vida, no tengo la misma perspectiva que tengo acerca de la gramática y el papel que debe ocupar en la enseñanza/aprendizaje de un idioma que tenía cuando era estudiante y empecé el estudio del árabe.
Hace 20 años no tenía en la mochila ni una sola reflexión acerca de esta cuestión y, simplemente, iba a clase a aprender con la confianza en que el profesor sería mi guía en este camino. El problema que me encontré con el árabe, ya lo he contado en un post que dediqué a comentar las creencias que desarrollé sobre este idioma.
Obviamente, si para enseñar un idioma -en este caso el árabe-, optas por el método gramática-traducción; la consecuencia es que la gramática ocupa un lugar central y todo gira entorno a ella. Además, en el caso del árabe, estamos hablado de una descripción gramatical de una lengua de registro formal que no se habla; pero que es necesario conocer. Este registro de lengua convive con el habla coloquial diaria de cada uno de los 22 países que conforman el mundo árabe.
La cuestión es que, quizá, no haya gramáticas escritas y fijadas por ninguna institución para los dialectos; sin embargo, no cabe duda de que existen porque, si todos los hablantes no conocieran las mismas reglas lingüísticas y no las utilizasen del mismo modo, no se entenderían. ¿O no? Al fin y al cabo, las gramáticas son las descripciones de las reglas lingüísticas que rigen las lenguas. En ellas se describen la morfología, la fonología, la sintaxis, las reglas ortográficas, etc.
Sí, las gramáticas son todo eso, pero cuando estamos hablando de aprender o enseñar una lengua debemos plantearnos qué lugar ocupa o qué importancia le damos; así cómo la vamos a enseñar. ¿O aprendemos la gramática de nuestra L1 del mismo modo que la de la L2? Incluso necesitamos preguntarnos para qué estamos enseñando esa gramática. ¿Para qué necesita el alumno esa gramática? (Me están viniendo a la cabeza todas aquellas terminologías: verbos canceladores; oración nominal (puf! No puedo llamarla así porque no es equivalente al castellano); tiempo perfectivo, etc. Reconozco que no soy muy fan de denominaciones así porque sí e injustificadamente.
¡Madre mía! Me he ido por los cerros de Úbeda. Ya vuelvo. Aquí venía a bibliografiar las 4 gramáticas que tengo en casa. Todas las adquirir con el deseo y el impulso de ver más claro aquello que no solo veía oscuro.
- CORRIENTE; Federico; Gramática Árabe (1988), Herder. Confieso que me costó relacionarme con esta gramática porque, quizá, yo buscaba en ella algo que no iba a encontrar. La tengo como obra de consulta. Me parece muy interesante el prefacio, que he leído no hace mucho, sobre la situación de la enseñanza/aprendizaje del árabe en nuestro país. ¡Dios nos libre de los analfabetos funcionales!
- AL-HAKKAK; Ghalib y NEYRENEUF; Michel; Grammaire Active de l’arabe litteral, (1996), Libraire Général Française. Con esta me he llevado mejor porque tiene sus cuadros para presentar la información y hay cierto intento por acercarlo al plano comunicativo. De hecho, esta la adquirí durante una de mis estancias en Túnez.
- PARADELA ALONSO, Nieves; Manual de Sintaxis Árabe, Este lo adquirí porque en la asignatura de gramática árabe hacíamos análisis sintácticos. Hacer análisis sintácticos puede ser divertido; sin embargo, puede ser una actividad inútil. Hubiera sigo estupendo hacer ejercicios, por ejemplo, en el que buscar el error para corregirlo (esto se hubiera parecido a una situación real «profesional») o analizar textos para comentarlos. Aunque, claro, esto requeriría un nivel muy alto de idioma y, a lo mejor, no teníamos alforjas para aquello viajes.
Una vez tuve estos libros, pensé que la respuesta estaba en la gramática árabe-árabe; nada de explicaciones en español (ahora me sonrío). En fin, así que ni corta ni perezosa, me compré el Diccionario de Reglas de la lengua árabe (معجم قواعد اللغة العربية). Que no se diga que no he sido valiente (jajaja). Aquí tampoco encontré exactamente lo que buscaba; aunque la información está muy bien presentada en sus cuadros, sus esquemas, etc.
En mi último viaje a Marruecos, aún adquirí unos libritos que usan las criaturas en primaria.
En fin, hasta aquí la turra de hoy. Si lees esto y te apetece comentar tu experiencia en este sentido, encantada de leerte.
Para bichear más:
Los manuales de árabe que tengo por casa
Repaso y explicación de todos los materiales que tengo en casa para aprender y estudiar árabe.
Que sí, que el título es poco glamuroso, pero funcionaré con él de momento. De todos modos, lo único que quiero dejar en este cuaderno es la relación de materiales que usé para aprender árabe; algunos seleccionados por mis compañeros y yo y otros, recomendados por los profesores o sacados de los viajes a Túnez o Marruecos.
Las siguientes ideas están construidas a partir de recuerdos y fragmentos. No hago aquí un análisis exhaustivo de los materiales, pero me parece que sería un ejercicio beneficioso desde el punto de vista didáctico. Se aprender mucho de observar los criterios y objetivos con los que se han diseñado los ejercicios. (Puede que ya lo haya hecho alguien antes. Si es así, dímelo).
A algunos estudiantes de este idioma nos tocó, en su momento, confeccionarnos nuestro propio currículo y lo más sencillo era recurrir a los manuales existentes (los manuales a veces son muy útiles. Todo depende de lo que hagas con ellos). El obstáculo en este caso es que, como estudiante, quizá te falte criterio para decidir si el material es adecuado para ti o no. Por lo general, ese suele ser trabajo del profesor que, en función de los grupos y los niveles, lleva al aula un material lo suficientemente fácil para que pueda resolverse y lo suficientemente difícil para que represente un reto y el alumno no se aburra.
Así que, esto es la historia de un aprendizaje de «Hágaselo Usted mismo/a» con las ideas que habías ido tomando de aquí y de allá a partir de los muchísimos años que has pasado en clase como alumna (aunque, por cierto, no tienen por qué ser el mejor modelo a seguir).
No voy a hacer aquí un análisis de materiales porque eso requeriría que los cogiera uno a uno para enumerar ventajas e inconvenientes; así como explicar cuál es el enfoque metodológico que sustenta a cada uno de ellos. Es más, para realizar este trabajo sería provechoso contar con la guía para el profesor. Si tuviera que comprarlos ahora, me haría con ella también.
Al grano, ahí va el listado de manuales que usé para aprende árabe

- Kitab Al-Asisi fi taalumn al-aarabia li-gair natiqin bi-ha (Por Dios, perdonad la pésima transcripción porque todavía no he averiguado cómo puedo hacerla aquí (Si alguien que pase por aquí tiene a bien contármelo, estupendo. Todo lo que sea aprender y mejorar es bienvenido en esta casa). Este manual tiene tres partes y, la verdad, lo adoraba. En su momento me gustó mucho que tuviera tanto los enunciados de los ejercicios como las explicaciones gramaticales en árabe. Los manuales con los que había lidiado hasta ese momento tenían enunciados en francés o inglés y, sinceramente, no me pareció nunca lo más adecuado para alguien que empieza y que, además, no tiene como lengua materna ninguno de esos dos idiomas. Me topé con estos manuales durante mi primer verano tunecino, en aquel tenderete que montaba una librería en la entrada del Institut Bourghiba. Hojeándolos, nos pareció una buena inversión. Por eso, compramos los tres volúmenes entre tres compañeras y los compartimos. He pasado muchas tardes estudiando árabe con ese libro y me fue de mucha ayuda.

De todos los manuales que tengo, este es, con diferencia, el que más me gusta por el planteamiento y el formato. Creo que es muy útil como material extra, de apoyo o para estudiar por tu cuenta. (Bueno, ese fue el uso que le di yo. Ningún profesor de árabe me impartió clase basándose en él. Si hubiera sido así, quizá la perspectiva fuese otra).
- Al-aarabia al-mu3asira. Este es el manual que usaban en el Institut Bourghiba de Langues Vivantes de Túnez. Muchos arabistas pasamos por allí y tenemos nuestro primer contacto con el árabe hablado en los zocos de la medina de esta ciudad. Este manual está diseñado y pensado para usarse en las clases que se imparten en este Instituto durante el curso de un mes. (No recuerdo el número de horas, buscaré más y mejor para completar la información).
- Al-Timazal At-Ta’ir. Este libro era el que usamos en 3º de carrera para nuestras prácticas de laboratorio. No tengo un gran recuerdo de él. Su objetivo es que el estudiante de árabe desarrolle la comprensión auditiva de esta lengua.
- Min al-Jaliy Ila al-Muhitt. A decir verdad, no recuerdo cuándo llegó este manual a mi biblioteca.

- Modern Arabic. An Introductory Course for Foreign Students. Este está basado en el método gramática-traducción y, como se puede ver, hace uso (¿abuso?) del inglés. La verdad es que no recuerdo cómo llegó a mi estantería. Imagina estudiar árabe a través del inglés o el francés; doble trabajo.

Por cierto, buscando entre mis libros, me he encontrado con un curso de árabe marroquí al que asistí en la Escuela de Traductores de Toledo y que impartió Gonzalo Parrilla en 2002.
No tengo ningún manual para el aprendizaje/enseñanza del árabe diseñado específicamente para hablantes de español. Ya que fueron creados y publicados después de mi licenciatura. A veces, tengo tentaciones de adquirirlos para trastearlos, pero no he sucumbido todavía. ¿Debería hacerlo?