Artículo sobre la obra del escritor y poeta sirio Osama Alomar.
Tengo guardadas un sinfín de referencias bibliográficas, curiosidades y recortes para añadir al blog; sin embargo, muchas de ellas necesitan de tiempo para investigarlas un poco.
Hace unas semanas me llegó a la bandeja de correo el boletín de Words Without Borders con el ramillete de autores que suele haber en sus cartas electrónicas. Entre las propuestas que hacían aparecía el nombre de Osama Alomar y un enlace a la traducción al inglés de varios de sus relatos breves. A mí me chiflan las historias cortas; considero que necesitan de un gran talento para contar con pocas palabras una gran historia que, además, te deje pensando. Por eso, me guardé el nombre de este autor.
Seguimos con este otoño de premio literarios que sirve muy bien para conocer el panorama literario en el mundo árabe.
Los organizadores del premio Almultaqa para historias breves han anunciado la lista de nominados para el galardón de este año. El listado está conformado por cinco obras de cinco autores de distintos países.
Las cinco colecciones nominadas para optar al premio son:
Quemando el pan(احتراق الرغيف) de Wafa al-harbí, Arabia Saudí.
La demanda C345 (الطلبية C345) de Sheikha Hussein Halwi, Palestina. La autora nació en una pequeña aldea beduina palestina. Vive en la ciudad de Yafa desde hace más de 20 años. Allí cursó sus estudios de bachiller y se graduó en enseñanza de la lengua árabe con sobresaliente. Trabaja como consejera de educación. Ha publicado diversas colecciones de historias cortas.
Según los organizadores, han concurrido al premio 209 colecciones de cuentos o relatos breves. Se han presentado obras originarias de 22 países. 80 de estas obras eran egipcias; 19 eran de Arabia Saudí; 18 de Iraq; 14 de Siria; 12 de Marruecos; 10 de Jordania; 6 del Yemen; 5 Emiratos Árabes Unidos; 4 de Omán; 2 de Libia y el resto provienen de Irán, Sudán, Líbano, Francia, Ucrania, Bélgica, EE.UU y Canada.
El jurado está formado por el traductor y académico español Luis Miguel PérezCañada que, además es el presidente del mismo; el académico egipcio Said al-Wakil; el autor jordano Rami Abu Shehab; el crítico literario marroquí Abdel Razzaq Al-Mesbahi y la escritora kuwaití Basima El-Enizi.
Este premio tiene, además, tres ganadores: Chistes para milicianos de Mazen Maarouf; La cama de la hija del rey de Shayja Al-Oujali y No hay molinos de viento en Basora de Diaa Jubaili. Una de las historias que forman parte de la última novela citada de publicó en el último número de Arablit Quarterly.
El artículo original del que deriva esta traducción puedes leerlo aquí.
Internet nos da posibilidades infinitas para ejercitar nuestras competencias comunicativas en cualquier idioma que nos propongamos estudiar; en el caso del árabe, también. Hoy dejo en este cuaderno, la lista de reproducción de cuentos del programa: ¡Ábrete Sésamo!
Aclaro aquí que son cuentos para niños, pero eso no significa que sean lecturas sencillas desde el punto de vista gramatical,léxico o de contenido. No hay que confundir literatura infantil con lectura fácil; ya que la finalidad de esta última es accesible los textos a aquellos que no pueden comprenderlos porque su comprensión lectora no está lo suficientemente desarrollada por alguna discapacidad.
Hago este comentario porque, en una ocasión que impartí un curso de ELE para extranjeros residentes para el que no se había propuesto manual, se terminó por comprar un método de E/LE para adolescentes. Lo que resultaba inadecuado dado que los intereses y necesidades de los residentes distan bastante de la de los adolescentes.
Aclarado esto, paso a comentar por qué me gustan estos materiales para practicar por mi cuenta en casa.
¿Por qué me gustan estos cuentos?
Porque son breves. El más largo de todos los que han colgado hasta ahora dura unos 7 minutos. De modo que, puedes organizarte para trabajar la comprensión auditiva del árabe todos los días. Eso sí, no se trata de escuchar por escuchar porque, al contrario de lo que se cree a veces, la comprensión auditiva no tiene nada de habilidad pasiva. Ya que, por lo general, escuchamos con algún objetivo: informarnos sobre un tema, entretenernos, tomar notas, etc. Por esta razón, antes de escucharlos puedes establecer una intención. Así activarás tu atención y aprovecharás mejor esta actividad:
Voy a intentar apuntar todas las palabras que reconozca.
Puedes escribir cinco o seis frases que aventuren sobre qué va la historia para comprobar tus hipótesis una vez la hayas escuchado.
Puedes usarlas como dictado.
Tienen una introducción, un nudo y un desenlace.
Tienen un mensaje y un objetivo. Por lo general, los cuentos nos ofrecen alguna enseñanza, moraleja o conclusión; son transmisores de valores sociales. Por tanto, me parecen un vehículo útil para familiarizarse con las escalas de valores de la sociedad que habla el idioma que aprendemos.
Porque están transcritos y totalmente vocalizados. En mi opinión, esto ayuda a familiarizarse con las vocalizaciones (حركات) del árabe fusha; aunque, si estudias al mismo tiempo un dialecto, te darás cuenta de que estas son ligeramente diferentes).
Grábate. Sí, creo que grabarse una misma leyendo en el idioma que estudia es un ejercicio estupendo para familiarizarse con nuestro nuevo yo en esa lengua que estudiamos. En este caso, la ventaja es que puedes comparar tu pronunciación con lo que escuchas.
Y hasta aquí mis apuntes sobre qué se hacer con este tipo de materiales para avanzar en el aprendizaje del árabe por tu cuenta. Hay tanto material disponible ahora que no hay excusa para desaprovecharlo.
Mi nombre es Thais Pintor y soy salmantina, el primer paso fue Túnez, ahora vuelo un poco más lejos. Siguiente destino: Egipto. Estudiar árabe en España fue "fácil", enfrentarme a la inmersión lingüística, no tanto.