Dado que me dedico a ver series turcas dobladas a la variedad levantina del árabe, a veces, me encuentro con dudas lingüísticas que necesito resolver. En muchas ocasiones, apunto en un papel o una libreta y voy tirando del hilo a través de búsquedas en red para comprobar si he deducido correctamente el significado de las expresiones que oigo.
Por ejemplo, este es el caso de Balki o Barki (بلكي بركي). Había deducido por los contextos que significa algo así como: quizá, así se, es posible (ربما); pero, la verdad, no conseguía encontrar la raíz de la que provenía. Anoche, volví a hacer una búsqueda y bingo; di con la expresión en un diccionario de palabras dialectales en línea.
En este diccionario puedes hacer consultas por países, por palabra, ver si los significados de una palabra cambian de un país a otro, por orden alfabético, etc. Tienes muchas opciones.
Me gusta porque en la entrada te dan el significado, te ofrecen dichos o ejemplos del contexto en el que se usa y te ofrece la serie de palabras con las que está relacionadas.
A mí me pareció bastante curioso para bichearlo un rato. Ojalá que os sea útil.
Esta es la propuesta de Ghada Wali para difundir su lengua materna, el árabe. Ghada Wali es diseñadora gráfica y ha desarrollado una tipografía árabe que la Sociedad de Artes Tipográficas de Chicago incluyó en la lista de las 100 mejores tipografías del mundo.
Aunque no quería tocar el tema de la tipografía en árabe y los problemas de soporte informático que puede tener (me está viniendo a la cabeza la suerte de pirueta informática que necesitabas hacer para poder usar el árabe en el ordenador hace 20 años), acabo de recordar que hay algún que otro artículo en español que toca el tema y voy a dejarlo recogido aquí. Por si alguien está interesado en esta cuestión:
Diseño figurativo para aprender árabe en Doméstika. Este trabajo ha dado la vuelta al mundo en las pantallas. Lo han compartido hasta quienes no conocen el árabe porque, la verdad, es un producto muy atractivo y vistoso. Así a cualquiera le dan ganas de ponerse a estudiar árabe, ¿no?
Aquí dejo este proyecto cuyo objetivo es enseñar el alifato con el fin de eliminar prejuicios sobre los árabes y sus sociedades. Esta es la bonita idea con la que surgió este proyecto:
Un artículo más que añadir a esta serie donde (re)cuento los materiales que han formado (y forman) parte de mi aprendizaje del árabe. En este momento de mi vida, no tengo la misma perspectiva que tengo acerca de la gramática y el papel que debe ocupar en la enseñanza/aprendizaje de un idioma que tenía cuando era estudiante y empecé el estudio del árabe.
Hace 20 años no tenía en la mochila ni una sola reflexión acerca de esta cuestión y, simplemente, iba a clase a aprender con la confianza en que el profesor sería mi guía en este camino. El problema que me encontré con el árabe, ya lo he contado en un post que dediqué a comentar las creencias que desarrollé sobre este idioma.
Obviamente, si para enseñar un idioma -en este caso el árabe-, optas por el método gramática-traducción; la consecuencia es que la gramática ocupa un lugar central y todo gira entorno a ella. Además, en el caso del árabe, estamos hablado de una descripción gramatical de una lengua de registro formal que no se habla; pero que es necesario conocer. Este registro de lengua convive con el habla coloquial diaria de cada uno de los 22 países que conforman el mundo árabe.
La cuestión es que, quizá, no haya gramáticas escritas y fijadas por ninguna institución para los dialectos; sin embargo, no cabe duda de que existen porque, si todos los hablantes no conocieran las mismas reglas lingüísticas y no las utilizasen del mismo modo, no se entenderían. ¿O no? Al fin y al cabo, las gramáticas son las descripciones de las reglas lingüísticas que rigen las lenguas. En ellas se describen la morfología, la fonología, la sintaxis, las reglas ortográficas, etc.
Sí, las gramáticas son todo eso, pero cuando estamos hablando de aprender o enseñar una lengua debemos plantearnos qué lugar ocupa o qué importancia le damos; así cómo la vamos a enseñar. ¿O aprendemos la gramática de nuestra L1 del mismo modo que la de la L2? Incluso necesitamos preguntarnos para qué estamos enseñando esa gramática. ¿Para qué necesita el alumno esa gramática? (Me están viniendo a la cabeza todas aquellas terminologías: verbos canceladores; oración nominal (puf! No puedo llamarla así porque no es equivalente al castellano); tiempo perfectivo, etc. Reconozco que no soy muy fan de denominaciones así porque sí e injustificadamente.
¡Madre mía! Me he ido por los cerros de Úbeda. Ya vuelvo. Aquí venía a bibliografiar las 4 gramáticas que tengo en casa. Todas las adquirir con el deseo y el impulso de ver más claro aquello que no solo veía oscuro.
CORRIENTE; Federico; Gramática Árabe (1988), Herder. Confieso que me costó relacionarme con esta gramática porque, quizá, yo buscaba en ella algo que no iba a encontrar. La tengo como obra de consulta. Me parece muy interesante el prefacio, que he leído no hace mucho, sobre la situación de la enseñanza/aprendizaje del árabe en nuestro país. ¡Dios nos libre de los analfabetos funcionales!
AL-HAKKAK; Ghalib y NEYRENEUF; Michel; Grammaire Active de l’arabe litteral, (1996), Libraire Général Française. Con esta me he llevado mejor porque tiene sus cuadros para presentar la información y hay cierto intento por acercarlo al plano comunicativo. De hecho, esta la adquirí durante una de mis estancias en Túnez.
PARADELA ALONSO, Nieves; Manual de Sintaxis Árabe, Este lo adquirí porque en la asignatura de gramática árabe hacíamos análisis sintácticos. Hacer análisis sintácticos puede ser divertido; sin embargo, puede ser una actividad inútil. Hubiera sigo estupendo hacer ejercicios, por ejemplo, en el que buscar el error para corregirlo (esto se hubiera parecido a una situación real «profesional») o analizar textos para comentarlos. Aunque, claro, esto requeriría un nivel muy alto de idioma y, a lo mejor, no teníamos alforjas para aquello viajes.
Una vez tuve estos libros, pensé que la respuesta estaba en la gramática árabe-árabe; nada de explicaciones en español (ahora me sonrío). En fin, así que ni corta ni perezosa, me compré el Diccionario de Reglas de la lengua árabe (معجم قواعد اللغة العربية). Que no se diga que no he sido valiente (jajaja). Aquí tampoco encontré exactamente lo que buscaba; aunque la información está muy bien presentada en sus cuadros, sus esquemas, etc.
En mi último viaje a Marruecos, aún adquirí unos libritos que usan las criaturas en primaria.
En fin, hasta aquí la turra de hoy. Si lees esto y te apetece comentar tu experiencia en este sentido, encantada de leerte.
Yo no sé, será la burbuja esta en la que dicen que nos meten las RRSS a partir de nuestras conexiones y relaciones virtuales (yo tengo la teoría que no somos otros; somos los mismos, pero corregidos y aumentados. Aunque, eso no es lo que voy a comentar hoy), que me trae algunas propuestas curiosas como este artículo de 2011 sobre el lugar que ocupa el árabe en nuestro viejo continente porque ¿de verdad el árabe está tan alejado de nosotros o simplemente es que no lo miramos porque no nos interesa? (A mí me parece que es más bien lo segundo)
La cuestión es que ha llegado hasta mí la noticia de la existencia de un programa sueco de 2011 llamado Rena Rema Arabiska, que nació con la intención de averiguar si era posible moverse por Europa hablando árabe. Por desgracia, no sé ni papa de sueco (si tú sabes, tendrás la suerte de ver con tus propios ojos los resultados de esta investigación), por eso me conformaré con las pocas conclusiones del artículo que cito. Por cierto, parece que sí, que el árabe es más habitual entre nosotros de lo que a muchos les gustaría pensar. Si no, piensa en tu entorno. Piensa, piensa.
Después de encontrar este vídeo, llegó hasta a mí este otro: ¿Y si el árabe fuera una lengua oficial en el Reino de España? por la Sra Preformer para Pikara Magazine.
Luego, ahora sí, me he encontrado este artículo de 2010 Dos lenguas autonómicas más escrito por Antonio Cembrero donde hablan de dos lenguas cooficiales más que, quizá, deberían reconocerse en nuestro país: El árabe (dariya marroquí) y el tamazigh.
Pues eso, el árabe es parte de nuestra cultura, de nuestro país y de nuestra historia; pero, no solo eso, también lo usan muchos de nuestros vecinos para comunicarse. Así que, puede que no sea tan mala idea estudiarlo, ¿no?
Hoy me he topado con este vídeo de Intisar Albatsh, gazatí, donde nos cuenta que ella utiliza el árabe fusha en su vida cotidiana, lo que es toda una proeza; una rareza porque esta variedad de árabe es la más culta y, por tanto, es extrañísimo que se utilice, por ejemplo, para hacer la compra diaria.
Tan peculiar es en el mundo árabe que le han dedicado esta pieza informativa. Por eso, no me he podido resistir a postearlo aquí. Desde mi punto de vista, ejemplifica muy bien lo que ocurre cuando usas el fusha para comunicarte y cómo no está de más aprender un dialecto árabe, el que quieras (ya sabes que tienes 22 opciones).
¿Cuál crees que es la reacción de los arabófonos que se usan el dialecto? En el inicio la escucharás aclarar que no estás viendo una serie mexicana doblada al árabe fusha; sino que se trata de su vida cotidiana.
Aquí dejo un enlace que amplía un poco más la información sobre esta joven estudiante palestina.
PD: Últimamente he visto un serie turca subtitulada en árabe fusha y tengo que confesar que, después de haber visto varias dobladas al dialecto levantino, me parecía de lo más extraño. Así, de alguna forma, puedo compartir la extrañeza con la que estas personas miran a esta chica que les habla en fusha. De alguna forma, la equiparo a la que sentiríamos los españoles si hablásemos en nuestra vida cotidiana del mismo modo que se escribe en un registro formal.
Mi nombre es Thais Pintor y soy salmantina, el primer paso fue Túnez, ahora vuelo un poco más lejos. Siguiente destino: Egipto. Estudiar árabe en España fue "fácil", enfrentarme a la inmersión lingüística, no tanto.