Discurso de aceptación el Premio Naguib Mahfuz
Sahar Khalife
El pasado sábado terminé de leer Imagen, icono y promesa, (traductora: Carmen Ruiz Bravo-Villasante, Cahoba editorial) la novela con la que Sahar Khalife ganó el Premio Naguib Mahfuz 2006, y que nos cuenta a través de la relación de Ibrahim, un joven musulmán, y Mariam, una chica cristiana, el devenir de la situación palestina a lo largo de la vida del protagonista. No obstante, hoy no voy a comentar mis impresiones sobre esta novela ya que dejo esa tarea para otro post donde enumeraré los motivos para leerla. Hoy voy a dejar por aquí algunas citas del discurso que la autora pronunció en la ceremonia de aceptación y, al final, el enlace para que podáis leerlo completo.
¿Por qué destaco este discurso?
Porque en él se reflexiona sobre qué es la literatura, para qué sirve y si existen diferencias o deberían existir entre una obra escrita por un hombre o una mujer. ¿Es diferente la literatura escrita por mujeres y hombres? ¿Debería serlo? Si eres mujer, ¿tu obra tiene que ser necesariamente sentimental y melancólica? Como mujer, ¿no puedes hablar sobre política en tus obras? Son las respuestas a estas preguntas las que me han animado a dejar estos extractos en este espacio y a enlazaros el discurso al final.
En esencia la escritura es un medio que tenemos los seres humanos para expresarnos, para representar nuestra realidad y nuestra vida: aquello que amamos y odiamos, lo que conforma nuestros miedos y nuestras pesadillas. No podemos escribir sin sentimientos.
Sahar Khalife
En este discurso, la autora cuenta cómo tuvo que hacer frente a la valoración de su obra no por su calidad, sino por su condición de mujer. Porque una mujer no puede escribir sobre política, ni resistencia, ni hombres. Sobre todo, no debe escribir sobre hombres porque su mundo está fuera, de las puertas de casa para afuera: la calle, el trabajo, y el de la mujer está de puertas para dentro: el hogar, el matrimonio,… El mundo de los hombres no es el de las mujeres y, por tanto, no es adecuado que una mujer escriba sobre él. Estas son algunas de las valoraciones de su obra que recibió de algunos profesores y editores a los que les presentó la novela..
Según cuenta ella en su discurso en 1976 presentó como trabajo final de carrera su obra: Espinas Salvajes, tras haber sido publicada y traducida a tres idiomas. Sin embargo, recibió la siguientes objeciones por parte del director del tribunal:
Es una novela pobre. (…) Una novela de segunda(…). De hecho, añadió que era vulgar, indigna, y repugnante, porque la alumna Sahar – así dijo él- trataba asuntos impropios de una respetable joven familia. Al fin y al cabo, Sahar es alumna nuestra, dijo, pero escribe en un lenguaje vulgar y popular sobre trabajadores palestinos en Israel, prisioneros políticos y la resistencia. ¿Es esto literatura?
En Discurso de aceptación del Premio Naguib Mahfuz recogido en Imagen, icono y promesa de Sahar Khalife, editorial Cahoba, p. 201
No fue el único que demostró su disconformidad con el hecho de que una mujer escribiera sobre política, la situación de los trabajadores palestinos o sobre las condiciones de la vida en la cárcel, ya que un editor egipcio al que le envió esta novela tampoco perdió la oportunidad de comentarle lo siguiente:
(…) la novela resultaba inclasificable debido a que la identidad y el género del autor no estaban claros.
En Discurso de aceptación del Premio Naguib Mahfuz recogdio en Imagen, icono y promesa de Sahar Khalife, editorial Cahoba, p. 202
A lo que ella contestó:
Desde tiempo inmemorial los hombres han escrito sobre nosotras, y sin embargo saben menos sobre las mujeres de lo que nosotras sabemos sobre los hombres.
En Discurso de aceptación del Premio Naguib Mahfuz recogdio en Imagen, icono y promesa de Sahar Khalife, editorial Cahoba, p. 202
Además de las reflexiones de Sahar Khalife sobre qué es la literatura o sobre si una mujer puede escribir sobre política, revoluciones y los problemas de los trabajadores, nos cómo ha sido su vida como Palestina y qué le llevó a centrarse en narrar los problemas a los que hacen frente los trabajadores palestinos.
(…) la literatura es un sentimiento por la misma tierra, las calles, la gente y sus problemas, las balas y las bombas de los ocupantes, las víctimas, y la sangre de los luchadores por la libertad. También es, sin embargo, amor, esperanza, corazones compasivos, almas espléndidas, y una forma de huir del pesimismo con las alas de nuestros sueños.
Estas son algunos de los extractos que he considerado interesantes porque invitan a reflexionar sobre la literatura, en general, y sobre la existencia de la literatura escrita por mujeres o no, en particular. En este enlace puedes leer el discurso al completo.
¡Gracias por pasar por aquí!
2 opiniones en “La literatura escrita por mujeres, ¿solo puede ocuparse de los sentimientos?”